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Cuando un trader deja de usar su cuenta demo y cambia a una cuenta real, a veces encuentra que su estrategia de negociación se vuelve ineficaz. ¿Cómo puede ser? ¿No se opera en ambas cuentas de la misma manera? Bueno, sí y no. Existe un factor clave que hace la diferencia: nuestras emociones. Aunque no nos importa perder fondos virtuales en una cuenta demo, invertir nuestro propio dinero implica un riesgo financiero.
Este riesgo afecta nuestra toma de decisiones y conduce a un comportamiento irracional en el comercio. Esto es tan común que se destaca como un campo de estudio separado, conocido como finanzas del comportamiento. ¿Cuándo nos sucumbimos al comportamiento irracional y cómo evitar operar en esos momentos? Sigue leyendo para obtener consejos.
Desarrollar disciplina emocional
Cuando tenemos éxito en algo, puede ser natural sentir euforia. Pero, esta fuerte emoción nos impide evaluar adecuadamente el mercado antes de realizar un nuevo trade. Por esta razón, muchos operadores exitosos prefieren tomarse un descanso después de obtener grandes ganancias. De manera similar, cuando fallamos en algo, tendemos a sentirnos frustrados. Si te encuentras en una racha perdedora, podría ser conveniente pausar y volver a negociar una vez que estés tranquilo y concentrado. Puedes ir un paso más allá al establecer un nivel de pérdida máxima para cada operación. Haz un plan, escríbelo en un papel y mantenlo cerca mientras operas. Una vez que alcances este nivel máximo, sabes que es una señal para dejar de operar. Para saber más, lee nuestro artículo sobre lo que debes incluir en un plan de trading.
Asumir la responsabilidad por tus decisiones
Cambiar la responsabilidad a otros operadores que quizás tengan más experiencia puede darnos una sensación de mayor confianza. Por eso a veces tendemos a buscar pronósticos de mercado y recomendaciones de inversión a través de artículos relevantes, blogs o cualquier otra fuente. Sin embargo, los factores que subyacen a dichos pronósticos ya se reflejan en el precio del activo en el momento de leer dicho artículo.
Para dar una ilustración de lo que quiero decir, echemos un vistazo al año de 1720, cuando Sir Isaac Newton poseía acciones de la famosa South Sea Company. Sintiendo que el mercado iba a revertirse, vendió sus acciones, duplicando su inversión. Fue solo unos meses después, cuando uno de los científicos más influyentes de todos los tiempos saltó a un precio mucho más alto, sucumbiendo a pronósticos optimistas. Eventualmente, perdió casi seis veces más que su inversión inicial, y nunca volvió a hablar sobre South Sea Company en público.
Con esto en mente, no hay nada de malo en mirar el mercado desde la perspectiva de los demás, siempre y cuando esa perspectiva no anule tu propio juicio.
Tomar decisiones basadas en análisis de mercado
Tener preferencias personales hacia ciertos activos es común. Sin embargo, estas preferencias pueden resultar en decisiones sesgadas, incluso si los modelos financieros sugieren que tal inversión no es prudente.
Por ejemplo, un trader puede optar por abrir una posición larga (comprar) en una acción de la empresa de energía renovable en lugar de una compañía de combustibles fósiles si tiene una fuerte creencia en el valor de la energía renovable, incluso si el análisis de mercado indica que las acciones de una compañía de combustibles fósiles deberían tener un mayor aumento en el precio. Tal decisión comercial puede parecer irracional desde una perspectiva económica. Es probable que no puedas controlar las fluctuaciones del mercado, pero puedes hacer ajustes en la elección de tus activos, lo que puede tener un impacto positivo en tus ganancias.
